11.8.25

VIAJE POR ESPAÑA Y PORTUGAL (1494-1495) de J. Münzer

 


Libro facsímil de la editorial Maxtor. Su autor Jerónimo Münzer fue un acaudalado alemán que viajó por la península ibérica a fines del siglo XV (1494-1495). Recorrió aproximadamente 3000 kilómetros por la “piel de toro” durante 146 días, casi medio año. Consiguió cartas de recomendación de nobles que le abrieron las puertas incluso del rey de Juan II de Portugal y los Reyes Católicos, a los cuales también admiraba por la pacificación de sus reinos y la unificación política y religiosa tras la conquista del reino nazarí de Granada y la expulsión de los judíos en 1492, año que coincidió con el descubrimiento de América, al que no prestó mucha atención mientras sí lo hizo sobre los avances portugueses en su circunnavegación de África hasta llegar a Extremo Oriente.

Católico acérrimo, se detuvo varios días en los lugares que más le interesaban, como los monasterios de Poblet, Guadalupe o S. Juan de los Reyes en Toledo o las catedrales que visitó, de las que hizo un recuento de sus racioneros y otros cargos eclesiásticos bien nutridos.

Su itinerario comenzó en el Rosellón para luego, paralelo a la costa levantina española, viajar hacia el sur (Valencia, Almería y Granada) y desde esta última ciudad encaminarse a Sevilla. Tras su estancia de Hispalis partió hacia Portugal, recalando en Lisboa y Oporto para luego volver a España (Galicia) por Tuy y visitar Padrón (Iria Flavia) y por supuesto Santiago de Compostela, a la que en su libro llama “Compostela de Santiago”. De allí partió hacia el sur recorriendo el reino de León -Benavente, León y Zamora- ciudad esta última que confundió con la antigua Numancia; y es que, como no hablaba castellano, debió confundirse, al igual que más adelante confundió Medinaceli con la romana Bilbilis (cerca de Calatayud) ya en el reino de Aragón (“nadie es perfecto”, como se dice en la película de B. Wilder).

Visitó Toledo y también Madrid (Maiorit o Magerit en árabe, ahora que se sigue poniendo en cuestión el legado andalusí) tras lo cual emprendió el viaje de regreso hacia el norte y la frontera con Francia a través de Roncesvalles

Sus notas sobre paisajes, cultivos y otros aprovechamientos además de la antropología cultural resultan muy interesantes para el conocimiento de la incipiente España en aquella época de cambios.  

Libro pequeño (134 pp.) pero matón. Contiene índice geográfico y onomástico.

 

P.D.:  Para las distancias recorridas hemos recurrido a lo que cita el DRAE, de modo que una legua castellana equivale, más o menos, a 5’5 km., o sea, la distancia que puede recorrer una persona en una hora, aunque el autor iba a caballo. 

 

                         

Croquis del recorrido de Münzer por la península ibérica entrando por Perpiñán.

 


 



12.5.25

50 MEDITERRÁNEOS



Sorpresivamente, solo con cuatro días de antelación, recibí la noticia de que mi último y segundo libro podía ser presentando el sábado 26 de abril en el Centro Sociocultural “Luciana Centeno”, dentro de una jornada dedicada al Día del Libro y a los 160 años de la publicación de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Caroll

El evento entreveraba música en directo, presentaciones de libros, stands de librerías y editoriales cordobesas. La música, que amenizó la jornada, corrió a cargo de jóvenes alumnos del Conservatorio “Músico Ziryab”, quienes para nuestra alegría interpretaron piezas desde clásicas a modernas incluida la guitarra flamenca. Y así, bajo la agradecida sombra de los frondosos árboles del patio de este antiguo centro escolar, transcurrió la agradable jornada que sería coronada por un perol y prolongada hasta las 18 horas. El perol se retrasó más allá de las 14 horas en que estaba previsto, así que, cercanas las 3 de la tarde y sin oler  todavía el arroz, decidí marcharme a casa e improvisar una comida dado que los amigos que me arroparon (Juan Salvador, J. Cano, Eladio, M. Morales, Alberto R., Mª Jesús Monedero, Inma y Pepe Reyes, M. Carmen Cívico y finalmente Jesús) se fueron yendo dado el retraso en el horario previsto.

Como algunas personas  que no pudieron asistir me han preguntado dónde pueden adquirir el libro, ahí va la lista de establecimientos cordobeses donde pueden hacerlo:

LIBRERÍA LA LUNA, C/ Santa Victoria, 4.

LIBRERÍA MI COLEGIO, Ronda de los Tejares, 8.

LIBRERÍA LUQUE, c/ Fray Luis de Granada, 11  (hacen envíos postales).

BARBERÍA FERNANDO, c/ Mayor de Santa Marina, 8.

OSTIN MACHO, c/ Duque de Fernán Núñez, 1.

 

Vídeo de la presentación (4 minutos)



21.3.25

GR-7 (14 a 16 marzo 2025)

 

Estaban previstas las 19ª y 20ª etapas de este sendero que transcurrirían por las provincias de Málaga y Granada (Sendero andaluz).

Como en ocasiones anteriores nuestro epicentro fue el Hotel El Capricho en Villanueva del Trabuco. Igualmente, una avanzadilla decidió marchar antes para comer en El Caserío de San Benito para luego luego dormir plácidamente la siesta y esperar la llegada del grueso de los demás expedicionarios, que lo harían bien entrada la tarde.

 

 1ª JORNADA

A las 20:30 horas tuvimos reunión informativa a cargo del coordinador, Manolo Morales y de los dos guías de la empresa Los Pindongos (Jesús y Guillermo) que nos acompañarían en las dos jornadas siguientes, a las que también acudieron dos alumnos en prácticas del Ciclo Formativo de Deporte y Monitores de Tiempo Libre, cuyos nombres no recuerdo, poco comunicativos, aunque luego supimos que la chica había ganado varias competiciones de escalada y el chico jugaba al fútbol. Tras la charla  recibimos obsequios (as is issual) como un gran paraguas blanco para cada uno, emblematizado al igual que un gorro azul, también emblematizado y un bolígrafo de Villanueva del Trabuco. 

Trifinio
 

2ª JORNADA 

No recuerdo bien si antes o después de la suculenta y apetecible cena, se procedió al montaje de mi scooter, que había venido descuartizado en dos coches, y que -a la mañana siguiente- estuvo listo en la furgoneta que nos conduciría a los del Grupo B (no andarines) a diversos parajes y pueblos como Villanueva de Tapia (para ver su trifinio, un monolito que debe su nombre a que es el punto donde convergen los límites de 3 provincias: Málaga, Granada y Córdoba). El monumento tenía relieves en cada uno de sus lados con motivos de cada una de las provincias. De allí nos trasladamos a Iznájar, donde aparcamos en la parte baja del pueblo, junto a un mirador sobre su embalse (el más grande de Andalucía) y de allí nos encaminamos a la parte alta del pueblo, donde se encuentran sus monumentos. A medio camino, Charo y yo decidimos hacer escala en la terraza de un bar mientras los demás ascendían al centro histórico. Y tan bien apalancados estábamos allí que al final no seguimos sus pasos y los esperamos en la terraza, pero, como el tiempo pasaba y no acababan de bajar, emprendimos el regreso hasta donde habíamos dejado aparcada la furgoneta que nos conducía. Llegaron poco después de nosotros y emprendimos la marcha hacia nuestro siguiente destino: el Bar Loli en Villanueva de Algaidas, donde nos juntaríamos los grupos A y B para compartir la comida. Los del B llegamos mucho antes que los andarines. Allí la terraza estaba repleta de una concentración de cazadores entre la que hubimos de abrirnos paso para acceder al comedor, donde M. Morales había reservado mesa que encontramos dispuesta. Comimos raciones a buen precio y algunos probaron el arroz sobrante encargado por los cazadores. Según el testimonio de quienes lo probaron, estaba para pegar azulejos. Tras postres y cafeses, nos encaminamos hacia la ermita mozárabe y rupestre cercana a La Atalaya. Tenía adjunto un monasterio posterior semiderruido por la desamortización de Mendizábal. El conjunto estaba cercado y cerrado, pero algunos/as audaces lograron penetrar en ambas construcciones, lo cual -por malentendidos- demoró nuestra partida hacia el nacimiento de El Chorro (río Cerezo) al que afortunadamente pudimos llegar con luz solar. Un espectáculo de aguas gracias a las abundantes lluvias invernales. Allí, mientras hablaba con Charo sonreí, ante lo cual ella me preguntó por qué lo hacía; le contesté que era por las cosas tan maravillosas que mis ojos habían visto, como aquello, a lo largo de mi vida, cosa que me recordó a la escena casi final de Blade Runner en la que el replicante, viendo que se acababa su tiempo para el que estaba programado, confiesa al cíber-policía que lo perseguía (Harrison Ford) -entre lágrimas y lluvia, pena y nostalgia- que había visto atardeceres en  Tannhäuser  y otras maravillas de la galaxia o el Universo. Humano, demasiado humano, que decía Nietzsche.

 

 
Nacimiento de El Chorro

Estaba previsto que acudiésemos después a visitar la fuente de los Cien Caños, esta vez repleta de agua, y que no pudimos ver la vez anterior por la sequía. Pero ya era tarde y además recibimos aviso de que aquello estaba colapsado de tráfico por la afluencia de visitantes, hasta el punto de que tuvo que acudir la Guardia Civil para poner orden en el atasco.  Así que volvimos al hotel cuando ya empezaba a anochecer.

Tras la cena cantamos una estrofa de la canción de Albano y Romina Power llamada "Felicidad" en homenaje al 50º aniversario de bodas de nuestros ausentes amigos Esperanza y Joaquín.

 

3ª JORNADA

A la mañana siguiente, y en vista de las previsiones de lluvia, el grupo A decidió no abordar la etapa prevista (20ª) y añadirse al itinerario en coches previsto para el B. En primer lugar nos dirigimos a Loja (lugar de nacimiento de mi abuela materna Carmen). Habíamos quedado en un mirador llamado “de Sylvania” en honor al mítico e inexistente reino creado por los hermanos Marx en su película Sopa de ganso. Desde allí había una buena panorámica de la localidad, su parte alta, antigua, monumental, a la derecha, yun enfrente y abajo, la expansión nueva hacía el río Genil y la vía del ferrocarril. El grupo de cabecera se desgajó y subieron a la parte alta, aunque por poco tiempo, ya que habíamos de visitar la fuente de los Veinte Caños, a medio camino entre el marxista mirador y la parte monumental del pueblo. Pero el tiempo apremiaba pues teníamos una visita guiada a la villa romana de Salar que entre Charo, Juani E. y P. Ortega habían concertado el día anterior. Visita sugerida por la primera en vista de los excelentes mosaicos que nos mostró en fotos. El problema es que solo habíamos podido reservar on line plazas para nueve personas ¡y éramos dieciocho! Así que, con más moral que el Alcoyano, nos presentamos todos en el Centro de Interpretación del yacimiento para hacer presión. Hubo éxito y todos pudimos visitar esta villa y sus magníficos mosaicos, historia y peculiar estructura y que, por su ninfeo, me recordó a la villa romana de El Ruedo (Almedinilla,Córdoba). Allí Charo nos tenía preparada una sorpresa: la asistencia y explicaciones de su amigo José A. González Núñez, autor del libro Guía de la villa romana de Salar y otros volúmenes al respecto, que nos ilustró sobre el programa iconográfico de sus excelentes y extensos mosaicos.  Al salir volvimos a los coches para dirigirnos al restaurante donde teníamos concertada la comida, llamado Morana y ubicado en Cuevas de San Marcos.  De primero tomamos un abundante plato de arroz que -afortunadamente- no tenía nada que ver con el del día anterior. Luego vinieron platos de diversas raciones (lomo, calamares, boquerones…) a compartir entre cada cuatro comensales. Naturalmente sobró comida y entraron en funcionamiento los tuppers. Teniendo en cuenta esta experiencia y la del día anterior, llegué a la conclusión de que esta zona no es la más adecuada para comer pescado, a pesar de su cercanía al mar. 

                                             Portada del libro Guía de la villa romana de Salar 


Tras los postres despedida general bajo la lluvia que hasta ese momento nos había respetado.

P.D.: Muchas "villanuevas" que supongo fruto del avance cristiano en su expansión hacia el sur.

 

MÁS FOTOS AQUÍ