15.5.21

NATURALEZA, CULTURA Y APOYO MUTUO


Viene esto a cuenta del ser humano y de su supervivencia a lo largo de cientos de miles de años. Nuestra naturaleza es animal; concretamente de mamíferos superiores que hemos conquistado el planeta; tal vez para mal, como ahora se va viendo por los estragos que estamos ocasionando. Nos hemos convertido en una especie de virus o plaga para nuestra Madre Tierra; nuestro hogar, nuestro medio de supervivencia.
Es sorprendente que el homo sapiens sapiens, especie a la que pertenecemos, haya superado las deficiencias con las que la naturaleza nos dotó: no tenemos fuertes garras para defendernos, ni alas para volar ni velocidad para huir o conseguir presas. Al nacer, tras una larga gestación, lo hacemos totalmente indefensos. De modo que nuestras madres deben cuidarnos durante meses o años. No somos como otros mamíferos cuyas crías salen trotando recién paridas (terneros, corderos, gacelas…) Sorprende que una especia tan débil, tan mal dotada por la Naturaleza, haya logrado sobrevivir tanto tiempo.
Hay teorías que afirman que se debe al aumento del tamaño de nuestra masa cerebral, o al de los pliegues de la misma. E incluso haber desarrollado en las manos un pulgar oponible que facilita las tareas manuales. Parece que esta liberación de dientes y mandíbulas ha permitido el aumento de la masa encefálica y su complejidad. De ello se ocupa la Antropología, pero también la Antropología Cultural.
Y es que no hay que confundir “cultura” con “Alta Cultura” (las artes, la música…) Toda cultura es obra humana, y en ella se engloban tanto idear y fabricar un hacha de piedra paleolítica (elaborar instrumentos para suplir nuestras escasas dotes naturales) como un lenguaje complejo, la escritura o el diseño de una jugada de fútbol…
De modo que el ser humano ha sobrevivido gracias a la cultura en sentido amplio, que lo ha dotado de modo que lo ha dotado de recursos no dados por la Naturaleza. Sin ello no hubiésemos sobrevivido como especie. Pero también -ligado a ello- el hecho de ser unos animales gregarios. Es cierto que otros lo son: búfalos, cebras, etc. La diferencia con ellos es que en el ser humano se ha desarrollado una solidaridad de grupo, de apoyo mutuo, frente a cualquier circunstancia. Y es que cuando vemos que una manada de leones se abalanza sobre un grupo de búfalos o ñúes, éstos no se revuelven contra el agresor, al que podrían hacerle frente y hacerlo huir, sino que prima el “sálvese quien pueda”.
En contra de percepción se podrá argüir que las abejas o las hormigas también son seres sociales y defienden a sus comunidades. Y es cierto, solo que no han pasado de ahí. No han “evolucionado” en ese sentido desde que existen.

2 comentarios:

Gabriel Quintana dijo...

Gracias Por el Post Ahora tengo una Visión Más Amplia sobre el Desempeño de la Arquitectura

Rafael Jiménez dijo...

Gracias a usted. La Arquitectura como el Arte o la Literatura son grandes logros de la Humanidad.