Ayer tarde, y frente a una magnífica bahía de Málaga (Malaka o Mainake...) terminé de leer el libro que da título a esa entrada. Si su lectura se ha prolongado tanto no es debido al interés de la obra, ni mucho menos al estilo ágil y ameno de su autor. Solo al poco tiempo de sosiego de que dispongo y con el que tanto me gusta disfrutar de mis lecturas.
Como tengo pensamiento disperso, cuando algo me interesa de un libro marco las hojas doblando su esquina. Con este libro calculo que he doblado casi la mitad de sus 318 páginas. Tan sugestivo me ha resultado.
Sin duda tengo que repasarlo y subrayarlo. Pero muy a menudo me hubiera gustado poder disfrutar del lujo de tener enfrente a su autor, e ir preguntándole…
Conozco directamente a Fernando desde hace muy poco, a pesar de ser vecinos. Y desde que lo conozco, no solo ha confirmado todas mis expectativas, sugeridas por buenos y comunes amigos, sino que las ha rebasado ampliamente. Como todo el mundo pudo comprobar cuando este invierno nos guió en la visita al Museo del Cobre de Cerro Muriano que dirige.
Fernando es todo generosidad, sabiduría y modestia. Y escribe de muerte. Envidiable la agilidad, precisión y riqueza léxica de su escritura.
Pienso que a veces podemos tener mala suerte en la vida, pero al mismo tiempo esa vida nos otorga buenos amigos. Conmigo la vida ha sido generosa en este sentido. Fernando, y otros Fernandos, Pepes o Toñis, son amistades que atesoro.
Y, volviendo al libro, que nadie espere un libro de viajes al uso. Se trata de un viaje a lo largo del tiempo, de la Historia. Un viaje cultural e interior, si se me permite. Un reto. Pero si quieres olisquear un trozo de atún recién cocinado, o sentir el sempiterno sol de Creta en tus espaldas o disfrutar de una bahía donde los fenicios arribaron hace casi 3000 años, este es tu libro. Porque nadie viaja si no deja su mente abierta.
4 comentarios:
Este verano me he leído un par de libros, pero este todavía no, y lo tengo pendiente para hacerme con él, pues tiene que ser muy interesante, y, desde luego, después de leer tu entrada, a uno le da más ganas si cabe.
Efectivamente, yo destacaría de Fernando su modestia sobre todo, y sus publicaciones son muy buenas. Es uno de estos que tenemos tan cerca y que en muchos casos ni lo sabemos.
Te honra esta entrada por su obra.
Un abrazo.
Estimado José Manuel, cuando quieras leer el libro te lo puedo prestar.
Por otra parte, todavía tengo un ejemplar de su obra CERRO MURIANO SITIO HISTÓRICO que me dio Fernando para ti tras la visita a Cerro Muriano. Díme como te los paso. Saludos.
Muchas gracias por tu oferta de préstamo del libro, pero es posible que se lo pida a los reyes magos este año, y creo que siempre es bueno también colaborar económicamente con la cultura, pues si no qué sería de ella.
Y respecto al libro de Fernando, insisto en que no te preocupes, que ya llegará el momento en que nos encontremos en alguna ruta o paseo por ahí, y si no es así, pues te lo quedas y punto. No faltaba más.
Muchas gracias y un abrazo.
Me parecen geniales tus fotos, mucho éxito en tu blog, tal vez podamos intercambiar opiniones un día, yo quiero hacer un blog que sea de turismo, viajes y sobretodo ecoturistico, que protejan la flora y fauna y el medio ambiente, donde se puedan compartir experiencias y tips.
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