28.12.11

Un día feliz (14-2-2011)


Termina ya el año y todo el mundo hace balance. No quiero aburrir a nadie haciendo  el mío. Pero si rememorar un día feliz en mi vida.

El pasado curso escolar (2010-2011) hube de ocuparme de  la asignatura de Música con un grupo de 2º de la ESO. Tras la experiencia, debo reconocer que mi pasión por la música es casi tan grande como mi falta de dominio sobre esta disciplina, a la que admiro porque me parece la más creativa, la más “mágica” y la más valiosa de cuantas haya elaborado el ser humano.

El grupo en cuestión, además,  era un grupo un tanto complicado. Pero cual no fue mi sorpresa cuando, en la entrega de flores y mensajes en el día de San Valentín (no recuerdo haber recibido nunca nada: ni rosas ni cardos) me llegó la nota que  reproduzco en la cabecera de este escrito. (Y que guardo como oro en paño).

Para mí fue una inyección de moral impagable. Una satisfacción muy por encima de sueldos o prebendas que la gente cree que disfrutamos los profesores. Esta es la mayor satisfacción que puede tener un educador.

¡Gracias Paquito, por tu afecto y  porque me has despejado muchas dudas!

5.12.11

Comida 9ª promoción de Geografía e Historia (UCO)


Eran ya muchos los años, y las ocasiones, en que cada vez que nos encontrábamos fortuitamente algunos compañeros de carrera, hablábamos de organizar una comida al uso. Pero fue pasando tanto el tiempo (X aniversario, XV, XX…) que dejó de ser una convención, un “trámite”, para convertirse e un auténtico “reto”.

Durante todos estos años transcurridos, y gracias al concurso de colegas con los que me iba encontrando, fui reconstruyendo una lista de quienes formaron parte de aquella promoción de Geografía e Historia, y sobre todo, de la manera de contactarlos (tfnos., lugares de trabajo, amigos de amigos que los podían localizar….)

Pero, a pesar de la lista, y de las reiteradas manifestaciones de los pocos que -más o menos- y esporádicamente, continuábamos en contacto, seguía faltando el “empujón” final.

En el verano de 2009 dio la casualidad de que coincidí con Esperanza Díaz en la asistencia a un curso de inmersión lingüística en Londres. Hablamos del asunto y acordamos que no debíamos dejarlo pasar más tiempo. Pero a la vuelta a la normalidad no retomamos el tema: Esperanza estaba absorbida por su cargo y no era cosa de presionarla. Por mi parte yo también vivía circunstancias personales y profesionales que impedían poner en marcha el encuentro. A pesar de que ella siempre me reiteró que contase con su ayuda.

En el nuevo curso de se mismo año, tuve la suerte de que me destinasen al IES MEDINA AZAHARA, donde quiso la casualidad que renovase el contacto con José Luís Reyes e Inma Criado, pues tenía a su hijo como alumno. Y volvimos a hablar del asunto. También gracias a Inma contacté con Alicia, con la que hablé personalmente durante una visita con alumnos al Archivo que dirige.

En el curso siguiente (2010-11) asumí un cargo en mi centro que me impidió dedicarme a organizar nuestro encuentro, pero quedé con Inma en que lo empezaríamos a preparar durante la vacaciones de verano, excelente época para mí, que además nos permitía contar con mucho tiempo, de modo que la gente pudiera organizar su asistencia con suficiente antelación y lejos de fechas comprometidas (puentes, vacaciones…).

Pero quiso la mala suerte que a principios del verano Inma sufriese un duro accidente de bicicleta que le obligó a una larga rehabilitación. Sin embargo, tanto ella como Pepe, se mostraron favorables a poner en marcha el encuentro (aunque la convocatoria contase solo con “10 ó 12 asistentes”). Por esas mismas fechas tuve un encuentro casual con Marian, que apoyó la idea; así como con Vicente, con el que también coincidí en un par de ocasiones mientras volvíamos de nuestros trabajos. La positiva actitud de todos ellos despejó cualquier duda acerca de la conveniencia de la convocatoria (y eso que el nº 27, el aniversario de nuestra promoción, estaba lejos de ser un número redondo y ni siquiera “mágico”…)

Con este respaldo comenzamos la difusión. Mandé la lista que había ido elaborando a través de los años y cual fue mi sorpresa de que la primera persona en sumarse al evento fuese Fany, nuestra compañera que vive a cientos de kilómetros de aquí, por mar y tierra. Su rápida y contundente respuesta acabó por despejar mis últimas dudas y desde entonces tuve muy claro que merecía la pena organizar el encuentro (aunque al final fuésemos “10 o 12” como Inma y Pepe me habían dicho).

Para mi sorpresa, sumamente grata –sin duda-, la información fue trascendiendo, corriéndose la voz con entusiasmo a partir del pequeño núcleo que he citado al principio. Chari Rueda avisó a Chari Trapero. Y también se sumaron Beatriz Cubero e Inma Leiva. A pesar de tener pinchado en mi tablón un papel con su nº de teléfono para telefonearla, Consuelo Olid -mi prima-, se me adelantó y dijo que vendría. Igual ocurrió con Mari Carmen Gil. Con Paco Romero pude contactar a través de mi actual directora y se mostró igualmente entusiasta. También vía Consejería de Educación pude localizar a Enrique Martos que hizo llegar la noticia a Paco Araque. Paco Godoy, igualmente entusiasta, transmitió el evento a sus conocidos… Y Mari Carmen Cívico se agregó.

El resto ya lo conocéis…Para mí una gratísima jornada sobre la que no tenéis nada que agradecer, pues fue vuestro entusiasmo el que la hizo posible. Unos momentos en los que supimos de la dura lucha que mantiene nuestra amiga Chari Trapero, a la que deseamos de todo corazón que siga con su moral alta y salga victoriosa del envite. Una ocasión en que compartimos nuestras alegrías y penas de todos estos años transcurridos.

Echamos de menos a colegas que estaban avisados y que por diversas circunstancias no acudieron. Y también al algunos/as con los que nos resultó imposible contactar (a ver si a la próxima tenemos más suerte en este sentido). Pero, sin duda, fueron para mí unas horas auténticas, llenas del gozo de reencontrarte con gente que forma parte de tu vida.

Yo también espero que se repita.

30.11.11

Dragón Elena 2011


Ha pasado ya algún tiempo desde que subí el último dibujo de Elena.
Ya está en el bachillerato de artes, pero hoy no ha dejado de sorprenderme con esta "acuarelilla" (que le dice ella...)

8.10.11

Reciclando (mi maletín)


El otro día se rompió la correa de mi cartera escolar, que no es sino un maletín negro de tejido plástico para ordenador portátil; aunque yo la utilizo para otros menesteres por su menor peso y porque me resulta más funcional a la hora de buscar libros o carpetas.



Una de las anillas que unen correa y maletín se había descuajaringado debido al uso. Como no se trataba de una fractura, pensé que tendría solución. Naturalmente era consciente de que dedicando tiempo a esa solución me iba a “costar más el collar que el perro”. Quiero decir, que el tiempo que dedicaría a la reparación tendría mucho más valor que comprar el mismo objeto nuevo. Pero, aparte de se muy cabezota (que lo soy), creo que estas actividades manuales aguzan el ingenio y contribuyen al reciclado en un planeta que cada día lo necesita más.


Después de un largo rato utilizando alicates, tenazas, destornilladores y pinzas, comprobé con decepción que resultaba imposible. En verdad no me preocupaba que el resultado fuese poco glamuroso, porque las herramientas empleadas habían levantado la pintura negra de las hebillas. Pero tampoco era un aspecto que me preocupase.


Rendido ante el posible arreglo, decidí aprovechar los apliques metálicos, hombrera y correa. Pero, al intentarlo, compruebo que todo está cosido y que, para aprovechar algo, tengo que hacer trozos la correa, que es lo que más pesa. Y me enfada tener que desechar tantos materiales que, con tanto dolor (o “costos” según los economistas), hemos arrancado al planeta y que acabarán en cualquier contenedor llegando a contaminar otro lugar de donde no fueron extraídos (doble agresión…)


Hay que cambiar la mentalidad (sobre todo en tiempos de crisis como los que vivimos), hay que abandonar el “usar y tirar”: el Sistema necesita una profunda transformación. El Planeta y nuestros descendientes nos lo agradecerán.

16.7.11

La Carlota. Evolución histórica de un territorio

Conocí a Antonio Martínez, el autor de este libro, en 1988. Él era un joven que comenzaba 1º de Bachillerato y yo un profesor bisoño con las oposiciones recién aprobadas. Por entonces no había instituto en La Carlota, tan solo una Extensión del Instituto de Fernán Núñez que tenía su sede entre la sección de FP, junto a un colegio, y unos barracones (o “caracolas”) en las que se impartían las clases de bachillerato.

Antonio era un alumno brillante y educado, que mostraba un gran interés por la arqueología, interés que yo traté de satisfacer en la medida de mis posibilidades como ya he escrito en otro lugar.

El caso es que Antonio acabó estudiando Historia a pesar de su predisposición, y excelentes aptitudes, para el inglés y las letras. Y ha llegado a ser un reputado arqueólogo, un magnífico historiador y un gran profesor de Geografía e Historia.

Y la prueba de todo ello es el libro que hoy comento. Una obra en cuya presentación pública debí estar pero a la que, por las jugadas que nos depara el destino, no asistí. Un libro que no es el primero del autor, pues ya en 2005 se editó el titulado Museo Histórico de La Carlota, en colaboración con Fernando J. Tristell Muñoz (igualmente apreciado ex alumno) y Antonio Molina Expósito.

La obra viene a cubrir un hueco en la historia de nuestra provincia y, sin duda, se constituye en pilar básico para el conocimiento de La Carlota, un municipio que (lógicamente) asociamos al rey Carlos III y al siglo XVIII, pero que posee una interesante historia anterior.

Con casi 400 páginas, el libro tiene unas dimensiones de 31 x 22 cm., encuadernación en pasta dura y papel de calidad. Lo edita la Diputación de Córdoba y está prologado por Enrique Soria, profesor de la Universidad de Córdoba.

Los capítulos en que se divide son los siguientes:

-Geografía física y humana de La Carlota: el escenario y el producto de una historia
-El territorio de La Carlota en los orígenes de la humanidad
-La Carlota durante la Protohistoria
-Cartagineses, Romanos y Visigodos: el territorio de La Carlota durante la Edad Antigua
-Musulmanes y C ristianos. El territorio de La Carlota en la Edad Media
-La Edad Moderna y el surgimiento de La Carlota
-La Carlota en la Edad Contemporánea
-Las aldeas o departamentos de La Carlota. Breve resumen histórico y origen de sus nombres
-El patrimonio histórico de La Carlota
-Sindicalismo y Guerra Civil en La Carlota
-Conclusión


¡Enhorabuena Antonio!


4.6.11

TÁCTICAS INTERIORES (Poemas)


“La amistad es un estado de gracia que nos llena de satisfacción” es la primera frase que encontramos al abrir el poemario de Fernando Sánchez Mayo titulado TÁCTICAS INTERIORES.

Acudo a su presentación en Bodegas Campos invitado por el poeta. Tiene lugar el lunes 9 de mayo. La acogedora sala está repleta.

Pilar Sanabria, con entrañables y bellas palabras, inicia el acto glosando autor y obra. Fernando lee algunos de los poemas, mayormente ligados al tiempo y sus ciclos: estaciones, meses, días.

El libro, con el me obsequia Fernando, está editado por el Ayuntamiento de Priego de Córdoba. Y me depara una alegría adicional: la ilustración de su portada es de Manuel Jiménez Pedrajas, amigo de juventud al que llevo muchos años sin ver…

Fernando y Manuel me hacen disfrutar de un lunes repleto de gracia.


Dejo aquí el poema titulado Domingo:

Busca el remanso de tu propia soledad
a cubierto de guerras y francotiradores.
La paz es la única armadura vulnerable
que siempre acribillan sin culpa y sin piedad
los hombres degradados a sí mismos.
Cualquier enemigo es una descompensación
dañada en la oxidada corroída virtud
que no se ha cultivado.

Por eso te pido que busques tu cueva.
Hazte troglodita un día a la semana
y prueba a oír el silencio.
Tal vez descubras el escandaloso ruido
que provoca la nada y el estertor del vacío
decadente que agoniza.

Si la muerte llega en forma de lágrima nueva
y la congoja rompe en clamoroso llanto,
entonces puede que crezca en ti la espiga
que renueve tu alimento.



10.5.11

Grupo Escolar Santa Catalina de Siena (1956-1966)


Otra tarde tormentosa durante la presentación de una publicación. Esta vez los muros del IES Santa Catalina de Siena cierran el paso al ruido de la tromba de agua. Es martes 3 de mayo y acudo a la invitación del amigo Manuel Toribio, que ha escrito sobre el centro que dirige con acierto desde hace años. Un centro que fue creado como colegio para niñas impulsado por el obispo Fray Albino en pleno franquismo.

El acto cuenta con la intervención de la parlamentaria andaluza y ex-delegada de Educación Araceli Carrillo, que narra los esfuerzos para convertir el antiguo colegio en instituto. Le sigue Manuel que nos habla de las fuentes utilizadas en su investigación. No puedo quedarme hasta el final de su disertación, y no porque a esa hora estén televisando el “partido del siglo” semanal (en general, no me gusta ver el fútbol…)

Me hubiera gustado departir con las buenas amistades allí presentes. Y hablar de la pequeña exposición de materiales que se nos ofreció: fotografías, fichas de alumnas, libros de texto, actas… Porque además es un centro al que me siento un tanto unido desde que en el año 2008 formé parte de un tribunal de oposiciones con sede allí. El exquisito trato recibido, los buenos momentos pasados –a pesar de ser una dura experiencia por tener que elegir unas cuantas entre personas de gran valía-, la excelente gente que conocí. Todo deja huella. Pero esa, quizás, sea otra historia…


4.5.11

Poemas del amor y del silencio


Que la lluvia en Córdoba es vieja abonada a la Feria del Libro no es novedad. Allí me dirijo para asistir a la presentación del libro POEMAS DEL AMOR Y DEL SILENCIO, del amigo José Manuel Ballesteros. En la mesa, el también amigo Manolo Patiño, que con sus Ediciones depapel consigue que palabras, papel y tornillos resulten una bella combinación. Presenta el profesor Pérez Cubillo. El chaparrón arrecia y, convertido en tromba, el agua casi impide oír a lo largo del acto. Como si la lluvia quisiera empaparse de libros. Y gritarlo.

José Manuel nos habla del riesgo de escribir poesía: el desnudarse. Y nos lee algunos de sus poemas editados y sin editar.

Dejo aquí el primero del libro, que elijo por la estación en la que nos encontramos (la del amor) y porque me sugiere silenciosos rincones de Córdoba. Esa Córdoba que, sin embargo -en el mes que estamos- estalla de exuberante belleza y alegría.


Sonrió la tarde; el cielo se abrió.
¡Qué lejos, qué lejos volaba el amor!

(Por la olas verdes de un trigal en flor;
por las olas blancas de un mar al albor.)

¡Qué lejos, qué lejos volaba tu voz!
(Por palabras rosas, por sueños en flor.)

Volaban tus ojos en calles sin voz,
y las calles daban a mi corazón.

(Una plaza en sombra, un leve rumor.)

Sonaba una fuente en algún rincón.
Fuentecita verde de dulce canción.

En la orilla clara se posó tu voz.
(Las ondas del agua brillaban al sol.)



9.1.11

París 2010-2011



29-dicbre-2010

Noche en el “Grand” Hotel Du Havre (rue d’Amsterdam), cerca de la Magdalena y la Ópera de Garnier y del boulevard Haussmann (frente a la estación de St. Lazare). Presuntamente el hotel es de tres estrellas pero deja mucho que desear con respecto a los establecimientos de esta categoría en España (por ejemplo, no tiene cortina ni mampara en la bañera-ducha). Pero hay que reconocer que tiene empaque y está bien situado.

Hemos llegado a él sobre las 14 horas después del gran estrés de las casi últimas 24 horas: ayer salimos de casa a las 17:30 y llegamos al apartotel de Torremolinos dos horas después. Más tarde buscamos un sitio para cenar (resultó una pizzería atendida por amables –y tardones- argentinos) y regresamos al establecimiento, que debió vivir su gloria a principios de los años 70 y que, al parecer, se ha convertido en un envidiable centro para turistas del Inserso.

Allí nos levantamos a las 6 de la mañana y ya ha sido casi no parar: parking-aeropuerto-vuelo-traslado a París-comida-(breve descanso de 30 minutos) y Ópera-Magdalena-Concordia-Sena (para ver la Torre Eiffel por deseo de Elena)-plaza Vendôme-hotel-ducha-cena en pizzería. Tráfico excesivo en París y gente con su vida cotidiana celebrando las fiestas (nunca he sentido a los parisinos tan cerca).




Jueves 30 y viernes 31 de diciembre

El jueves nos dirigimos a Notre Dame y visitamos su interior. Desistimos de subir a las torres (otra vez será: lo prometido es deuda) ante la enorme cola que encontramos, la demora que supone y el frío imperante. Nos encaminamos al Louvre pero la cola, las bajas temperaturas y el apetito nos pueden, así que igualmente a pie, y por las riberas del Sena, enfilamos hacia el Museo d’Orsay. Regresamos al hotel exhaustos por la caminata y el intenso día y cenamos en un restaurante que está en su misma acera llamado L’Atlantique. Aunque previamente hacemos una visita a la también cercana FNAC.

Último día del año (viernes). Toca la Torre Eiffel, pero no se puede subir a su planta superior porque sigue envuelta en niebla. Al bajar paramos en la primera planta, en la que encontramos una pista de patinaje de hielo y tomamos algo caliente en la barra (también de hielo!) del kiosco anejo. De allí al Louvre pasando por Trocadéro y sus tenderetes; al museo accedemos desde la estación de metro, encontrándonos con una cola mucho menor que la del día anterior además de estar a cubierto del frío. Comemos unos bocadillos en una de sus cafeterías y nos internamos en las salas repletas de gente y mala educación.


1-enero-2011

Han pasado raudos los días de aquí. Y felices. Quizás deberíamos haber contratado una noche más.

Ayer nos echaron del Louvre a las 5 de la tarde; quedaron muchas cosas por ver, como la Venus de Milo, en la que tenía interés nuestra hija. Por la noche cenamos en un restaurante llamado Hippopotamus (o algo así), perteneciente a una cadena. Estaba en la plaza de Clichy donde fuimos buscando el Bistro Romano en el que comimos la vez que vinimos cuando Elena era pequeña. Luego volvimos al hotel, donde pasamos la Nochevieja.

Hoy hemos echado quizás el día más agradable, aunque también el más triste; por la despedida. Por la mañana hemos ido a Montmartre, pasando por Le Moulin Rouge y el cementerio de este barrio. Hemos acudido a pie, pues no está lejos del hotel. También hemos pasado por la casa de Theo Van Gogh y Le Moulin de la Galette.




En el Sacré Coeur hemos escuchado a un hombre tocando el arpa que nos ha emocionado. Estaba en la escalinata de bajada, como aquellos otros músicos que recuerdo de mi primer viaje a esta ciudad. Luego he tomado un café a los pies de la escalinata y hemos continuado por una calle plagada de trileros, en busca de la boca de metro de Auvers. Nos bajamos en la parada de la plaza de la Bastilla y, tras atravesar la plaza de los Vosgos, hemos recorrido Le Marais (el barrio judío), donde hemos comido divinamente en un restaurante cuyo menú del día nos atrajo, sin decepcionarnos, y que ha resultado llamarse “Le Gai Moulin”.



Luego hemos pasado por el centro George Pompidou y Les Halles y hemos seguido andando hasta el Barrio Latino, mientras anochecía y caía un suave sirimiri. Solo hemos llegado hasta el Panteón, pues Elena estaba cansada. En metro nos hemos acercado brevemente al arco de triunfo de L’Etoile y hemos regresado al hotel después de las 6 de la tarde. Me he sentido feliz paseando.




Se me ha acabado la antigua libreta de viaje y se ha acabado el año. Ojalá el que ahora comienza sea mejor que el hemos dejado atrás. Ojalá resulte tan feliz como el día con el que lo hemos comenzado.