5.11.13

Dulce hogar




El lunes 21 octubre acudí al Círculo de la Amistad para asistir a la presentación del libro Dulce Hogar. Fue un acto organizado por al Ateneo de Córdoba para una obra editada por Manolo Patiño; dos motivos más que suficientes para no perderme el acto. Sin embargo, lo que hizo imprescindible mi presencia allí era su autora.

María Teresa Morales fue mi profesora de Lengua y Literatura cuando cursaba 1º o 2º de bachillerato en la antigua “Sección Delegada” del Instituto Séneca (hoy IES Góngora) en la calle Claudio Marcelo. Una profesora de las que dejan huella.

Algo que actualmente puede resultar tan fácil como tener acceso a una obra de la literatura universal, en aquella época no lo era en absoluto. Recuerdo que la única biblioteca pública que había en Córdoba, creo que se llamaba “Biblioteca Provincial”; estaba ubicada en la calle Capitulares, donde hoy se encuentra la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. Si mi memoria no me traiciona, creo recordar que solo tenía abierta al público una única y escueta sala con una maciza mesa de madera donde no cabían más de doce o catorce lectores. Me parece que los préstamos de libros no existían, o eran poco accesibles para preadolescentes como yo.

En fin, que gracias a María Teresa pude leer Guerra y Paz o Platero y yo, volúmenes que ella me prestó de su biblioteca personal. Y es que, en un chico de 11 o 12 años para el que los libros eran un artículo de lujo en su humilde familia, aquello resultaba un regalo del cielo.

El libro en cuestión recoge en sus 55 páginas una colección de 25 microrrelatos que tienen en común, aparte de su escueta extensión, el tema del hogar al que se refiere el título. Y también lo terrible de las situaciones que narra y  que pueden ser tan cotidianas. La edición artesanal a que nos tiene acostumbrados Depapel cuenta con interesantes ilustraciones que acompañan al texto y que pueden resultar valiosas para reflexionar sobre lo leído.

Espero contar con el permiso de autora y editor para reproducir aquí uno de los microrrelatos más cortos. Se titula "INTERIORES":

“Abrió la puerta y la encontró como otras veces, tirada en el suelo del salón. Estaba descalza y la bata arrugada dejaba ver la mancha blanca de las piernas cruzadas de venillas azules.  El líquido de una botella abierta había oscurecido la mopa a su alrededor.
-¡Muérete, muérete de una puñetera vez! –masculló con rabia, las llaves todavía en la mano.
Entonces ella levantó el rostro hinchado y sucio y arrastrándose con dificultad, se abrazó a sus pies y le besó delicadamente los zapatos.”

4.10.13

22 de 24: exposición de cerámica



Nueva exposición de HORNO 24, la asociación de ceramistas creativos de Córdoba. Afortunada celebración del  22 aniversario de su existencia. Una trayectoria marcada por el trabajo, la investigación y la creación artística con material cerámico.

Trabajo con barro, pura creación, que, como en ocasiones anteriores, tiene como resultado un variopinto, pero siempre atractivo conjunto de obras, con técnicas y temáticas tan diversas como las personalidades de los artistas que componen el colectivo.

José L. Richarte, Auxi Cañas, Maruchi Camacho, Pilar Olmo, Carmen  Lucena, Nela Rodero, Carmen Álvarez, Jesús Rey y Valle Sillero, nos trasladan al mundo mágico de la creación con manos, arcilla, fuego... y corazón. No te lo pierdas.


Más información:




Más FOTOS




15.9.13

Llamar-hada (otra obra de Elena)




Una nueva obra de Elena, esta vez digital. Aunque no se trata de una dragón, como la vez anterior, las llamas siguen presentes. La he titulado por mi cuenta Llamar-hada. Espero que no le moleste.


29.8.13

Polonia 2013


Torre junto a la barbacana (Cracovia)

A pesar de las adversidades he tenido la suerte de poder viajar unos días a Polonia, un país que casi podríamos considerar hermano. La suerte ha sido doble porque lo he hecho guiado por el amigo Alberto, quien se ha encargado de todos los preparativos, me ha animado y ha oficiado de inmejorable guía. Un privilegio.

Salimos de Córdoba un lunes por la mañana y volvimos el domingo siguiente por la noche. En total cuatro noches en Cracovia y dos en Varsovia, ciudad ésta en la que fuimos agasajados por la atenta compañía de Anna y Marek, amigos de Alberto.

Lo que he visto del país me ha fascinado. No solo su nivel de desarrollo económico que está cercano al español, sino por su belleza, la limpieza de calles y edificios y la laboriosidad y simpatía de sus habitantes.

Cracovia goza de un extenso y bien cuidado casco histórico rodeado de un cinturón verde que ocupa sus derribadas murallas, una idea que hubiera sido de agradecer en Córdoba, por ejemplo. Un paraíso del peatón y del ciudadano al que suma el frecuente uso de la bicicleta y otros medios de transporte ecológicos (tranvía, coches turísticos eléctricos…). En esta ciudad nos alojamos en el hotel Francuski, un estupendo hotel de resonancias proustianas situado en la calle San Juan, que lleva directamente a la plaza  del Mercado medieval (la más grande de Europa según dicen). En el otro extremo del casco histórico (el sur) se levanta el castillo de Wawel, que recorrimos guiados por una magnífica profesional que nos dedicó con entusiasmo casi 3 horas. Wawel es un mundo. Allí se puede disfrutar de excavaciones arqueológicas, construcciones defensivas, salas palaciegas, una catedral y, todavía, la Dama del armiño, obra de Leonardo que tuvimos la suerte de disfrutar en una sala con un número contado de personas. Almorzamos en uno de los restaurantes del mismo castillo, donde pedimos por primera vez platos tipicamente polacos: bigos y pierocki.

Por la noche acudimos a un café fundado por un artista y recomendado por una guía llamado El Antro de Michalik.  Pedimos nuestra consumisión mientras tomábamos algunas fotos y constatábamos que de antro solo le quedaba el nombre, porque entre su escueta clientela predominaban las familias. Más tarde tendríamos ocasión de comprobar que los verdaderos antros se encontraban mucho más cerca. Y que en la noche, aquellas calles discretas y elegantes dominadas siempre por una o varias iglesias, se convertían en animados lugares de sensual  esparcimiento.

Una de las mañanas de nuestra estancia en Cracovia la dedicamos al barrio judío (Barrio de  Casimiro o Kazimierz) en el que visitamos tres de sus sinagogas: la Sinagoga Alta (en un primer piso), la Vieja y la Sinagoga Remu que cuenta con un cementerio anejo y en la que tuvimos que cubrirnos con  kipá. También comimos en un cercano restaurante judío recomendado por Anna.

La estancia en Cracovia solo estuvo levemente empañada por dos frustraciones: el viaje en barco hasta el monasterio de Tyniec y la iglesia de Santa Ana, que tanto se nos resistió, debido a sus continuas misas.

Despachar Cracovia en cuatro pequeños párrafos no solo es inexacto sino injusto, de modo que habría que hablar de muchas otras cosas como sus iglesias, el monumento a la batalla contra la Orden de los Caballeros Teutones, la leyenda del cuchillo del mercado, o el dragón-dinosaurio de Wawel…pero eso son “otras historias” que merecen espacio propio.


El río Vistula a su paso por Varsovia

Frente al “recogimiento” de  Cracovia la sorpresa nos asaltó al ver Varsovia. Es cierto que la ciudad está totalmente reconstruida tras la II Guerra Mundial, cuando fue arrasada por las tropas nazis, pero su reconstrucción le ha valido justamente el reconocimiento de la UNESCO. Su casco histórico es muy reducido en comparación con Cracovia, pero sus abundantes parques y amplias calles se extienden a lo largo de kilómetros. Allí visitamos palacios, jardines y murallas medievales, además de asistir a la proyección de un documental sobre el alzamiento en 1944. Por la tarde acudimos al museo Chopin y bien entrada la noche asistimos a un concierto dentro  del Festival  Chopin que se celebra cada cinco años. Un broche final inmejorable.

Por la mañana Anna y Marek tuvieron la deferencia de llevarnos al aeropuerto; de allí aterrizamos en Barcelona con breve escala para comer en La Perla y después el AVE hasta Córdoba.

En fin, un viaje que me gustaría repetir porque Polonia me ha parecido un lugar magnífico: belleza, amabilidad y eficiencia nórdicas a precio mediterráneo del sur (I’m sorry…!).





5.8.13

Siria en Almuñécar


Hace unos años (2007) estuve en Almuñécar y descubrí  que el Parque del Majuelo, donde se encuentra el yacimiento arqueológico fenicio de la factoría de salazones, estaba salpicado de esculturas de artistas sirios actuales. Lamentablemente no tomé todas las fotos que hubiera sido necesario, confiado, tal vez, en que encontraría en Internet toda la información necesaria al respecto.


Este verano he vuelto a pasear por ese parque y por las calles de aquella ciudad descubriendo que se han colocado numerosas esculturas sirias en otros lugares. Tomo fotografías de las que me salen al paso y me llaman la atención. Confío nuevamente en la Red para documentarme sobre ellas, pero lo único que encuentro es que anualmente se vienen celebrando allí unos encuentros con jóvenes escultores sirios que donan sus obras al municipio.

Casi nada de nombres de autores y apenas de los títulos de las obras. Afortunadamente en esta ocasión he fotografiado las inscripciones de algunas de ellas que, al parecer, me permiten al menos saber el nombre de su autor y el año de su realización. 

Llamativamente las esculturas se encuentran a ras de suelo, lo que facilita el vandalismo, aunque, a decir verdad, tampoco he observado demasiado. Quizás esa ubicación sea una forma de acercar el arte a la gente, aunque creo que unos pedestales vendrían bien a estas obras de arte; sobre todo de cara al futuro.

En cualquier caso, me parece muy positivo que Almuñécar se vaya llenando de esculturas y dotándose de una patrimonio artístico contemporáneo importante, que además embellece sus calles y plazas. 

Monumento a los fenicios

Ya hace años me gustó su espectacular monumento a los fenicios, así como encontrar en un lugar privilegiado una estatua de Abderramán I, que desembarcó allí para luego fundar  el reino omeya con capital en Córdoba, donde no es conmemorado en consonancia con su importancia, al igual que ocurre con otros destacados personajes de su linaje.

 
Estatua de Abd al-Rahman I

En estos días en que la guerra asuela Siria me ha parecido aún más oportuno este hermanamiento mediante el arte. Y me ha hecho recordar los vínculos de Córdoba con Siria, que me los puso de relieve un turista sirio, con el que coincidí durante un crucero por el Nilo en 1991, quien sorprendentemente me llamó “hermano” al conocer que era de Córdoba, pues se sentía orgulloso de que cordobeses y sirios compartiésemos sangre. ¡Ojalá esa sangre deje de correr pronto en ese país con el que compartimos tanto!´


Para saber más:

El  Embajador de Siria en España, invitado de excepción de los  XXVI Encuentros Hispano Árabes de Almuñécar






22.7.13

Marea de información ¿cómo llegar a tierra y tener tiempo de vivir?


Desde hace tiempo les vengo diciendo en broma a mis amigos que yo, cuando entro en Internet, no navego, sino que naufrago. Porque sé de dónde parto (lo que busco, lo que quiero) pero no donde acabaré. En esta navegación los cantos de sirena son tantos, tan diversos y atractivos que uno acaba perdiéndose  en la telaraña del conocimiento (o  “información”, que ya no lo tengo tan claro).

Pero no toda la responsabilidad de la zozobra corresponde a la Red. En mi revistero se almacenan publicaciones periódicas gratuitas y de pago, que resultan imposibles de “gestionar” (léase leer, seleccionar, desechar/aprovechar). También son cantos de sirena.

Es como si uno hubiera pedido un deseo: “estar informado” y un genio burlón lo hubiera hecho realidad (no querías información: ¡ahí tienes!).

Ya sé que “información” no es “conocimiento”, pero difícilmente se puede llegar al conocimiento sin un mínimo de información.

Lo ideal para mi sería poder retirarme a algún lugar aislado acompañado de un buen libro. Al abrigo de la trepidante información que circula por las redes sociales (FB, Twitter…) pero, al leerlo, ¿no sentiré la tentación de saber más cosas sobre su autor/a?

¿Alguien me ayuda al respecto? ¿algún consejo? ¿alguien me puede decir qué hago con mis recortes de periódico?. De veras que mi S.O.S. es sincero.

P.D. 1: escribo esto mientras cientos de emails esperan que al menos los lea.

P.D. 2: qué cantidad de papel (periódicos) obtenemos a tan bajo precio.

La imagen procede del blog MIRAR, PENSAR Y CREAR


7.7.13

DESPEDIDAS (verano 2013)



Se han cumplido cuatro años de mi traslado voluntario al IES Medina Azahara. Y también 4 años de mi participación en su programa bilingüe. Llegué a este centro en septiembre de 2009 y me hice cargo del grupo de 1er. curso de la ESO bilingüe. Eran pequeños muy educados y cariñosos que compartían conmigo el llegar a un sitio nuevo, desconocido, nada familiar.

Hace un par de semanas me despedía de ellos: habían terminado con éxito 4º de la ESO poniendo punto final a una etapa, una época. Posiblemente ya solo coincidiré con ellos y ellas en los pasillos, o en alguna guardia. Ahora han crecido y a menudo casi me doblan en estatura. Les deseo un buen futuro en el que no falte su dimensión humana.

Unas semanas antes de que el curso acabase tuvieron la tentativa de invitarme a su cena de “graduación”, ese rito de paso importado de Norteamérica que se va colando en nuestra cultura. No me negué a asistir (el corazón me puede) pero, al pedirles la fecha, les expliqué que para nosotros los profesores el mes de junio era un mes muy duro: desde el punto de vista profesional al económico pasando por el afectivo. En lo profesional por la acumulación de tareas que se produce: elaboración y corrección de infinidad de exámenes, sesiones de evaluación y burocracia (el trabajo “invisible”). En lo económico porque las despedidas han ido multiplicándose como setas, sobre todo para los que tenemos cierta edad y acumulamos (gratamente) buenos compañeros/as y amigos que se van jubilando; o promociones de antiguos buenos alumnos que te invitan a una reunión después de muchos años. En lo afectivo porque es época de despedidas: compañeros que se trasladan, alumnos que parten a la universidad o a otras etapas o centros, a los que posiblemente nunca volverás a ver. En definitiva, una separación, como es el caso que me ocupa; un trocito de ti que se va, que se pierde…

Por suerte no insistieron en lo de la cena, de la que luego tuve noticia a través de la redes sociales. Hicieron bien en no insistir en invitarme porque, a fin de cuentas ¿qué pinta una persona adulta entre jóvenes deseosos de hablar de sus cosas sin trabas?. Les agradezco su detalle de no insistir y me alegra el que lo pasaran muy bien.

A lo largo de estos cuatro años ha habido ratos buenos, regulares y malos; las cosas han ido cambiando; pero la convivencia deja huella.

Las Cármenes, Marías, Pablos o Carlos… (por no aburrir a nadie con una lista que me sé de memoria) tienen un hueco en mi corazón. Y aunque crezcan, coronen sus estudios y lleguen a ser buenos profesionales, para mí siempre serán aquellos pequeños amables, graciosos y aplicados que llegaron a un sitio nuevo, como yo.


24.6.13

Chele y Carlos (la noche de San Juan)



Sigo dudando mucho con respecto al título de esta entrada. Tal vez hubiera sido más adecuado “Carlos y Chele” o “noche de San Juan (Carlos y Chele), pero es que cuando se quiere a la gente cuesta trabajo titular su importancia, la huella que nos han dejado.

Lo cierto es que hasta hace poco Carlos Fisher y Chele nos invitaban a su casa en la plaza de Aguayos para celebrar la noche de San Juan. Con una hoguera en su patio que debíamos saltar y con la generosidad que les caracteriza: siempre había una cerveza o refresco para quiénes apareciésemos por allí, así como abundante comida. Por otra parte era una excelente ocasión para encontrarse con otros apreciados amigos como Casi, Antonio Suárez, Cristine o Pilar.

Hoy Karl sufre una penosa enfermedad que le impide reconocer a los amigos, mientras Chele lo sigue cuidando con el amor que solo personas de su inusual corazón pueden hacerlo.

En su honor, en su memoria, por el desinteresado aprecio que siempre me han mostrado, anoche decidí hacer una pequeña hoguera de San Juan. En un gran cenicero de cerámica quemé una planta de albahaca seca; y papelitos escritos con los nombres de los males que quiero desaparezcan de mi vida. Su olor fue bueno y el titilar de las llamas me transportó a aquellas noches felices en la terraza o en el comedor de Chele y Carlos (tanto monta). Una llama que me recordó enormes, envidiables buenos corazones.


Foto tomada de Practicopedia.


15.6.13

Cerro Muriano: Historia de la minería en Córdoba



Inesperadamente tengo la suerte de conocer en persona a Fernando Penco Valenzuela. Tenía excelentes referencias de este eminente arqueólogo por parte de amigos comunes tales como José Luis Reyes Lorite, Jerónimo Sánchez  y Fernando, el peluquero de nuestro barrio tan interesado por la lectura y el conocimiento de la Historia y Córdoba.

Nos encontramos en un acto de inauguración de una exposición fotográfica de José Luis Reyes Criado y aunque apenas me conocía, ni tenía compromiso alguno conmigo, pues mi único contacto con su familia fue en el  encuentro durante nuestra excelente excursión por Peña Melaria, enseguida me promete el obsequio de su estupendo libro sobre Cerro Muriano. Dice que me lo hará llegar prontamente, y luego me entero de que lo dejó al día siguiente en nuestra común peluquería de Fernando; aunque yo lo recojo muchos días después porque mi pelo no es suficientemente largo, mi tiempo también es corto y Julián, nuestro estimado carnicero, que tenía su establecimiento junto al de Fernando, ha cerrado repentinamente (la crisis), por lo que ya no necesito pasar por esa calle con la asiduidad de antes.

El libro, dedicado (como tengo la manía con respecto a quiénes escriben libros y conozco personalmente) está editado por Almuzara en el año 2010. Como promotor de esta edición figura el Ayuntamiento de Obejo, localidad a la que, sin darme cuenta y sin ningún tipo de intención, me veo cada vez más ligado: la última vez con el Encuentro Agro-Arte en La Fresnedilla y antes con la Danza de la Espadas y el Retablo de los Ángeles que conozco gracias al amigo Paco Madrigal.

El volumen, de excelentes 245 páginas, arranca con un análisis geográfico de la zona. Le sigue una serie de capítulos dedicados a la evolución histórica (Horizonte Tartésico, Hace 2000 años, al-Andalus) y termina con dos capítulos dedicados a la arqueología y a la numismática del lugar. Se le añaden finalmente dos apartados dedicados a la epigrafía y la imprescindible  bibliografía.

Los gráficos, dibujos y fotografías abundan, lo que hace más atractiva y fácil de comprender esta obra que yo considero esencial para conocer el pasado de nuestra provincia.

Muchas gracias, Fernando.


29.5.13

CITTÁ APERTA (mi Semana Cultural)



Miércoles 23 de mayo día  (y semana) cultural. Tengo previsto asistir a la lectura de poemas/diario de J. L. Reyes en La Sebastiana. En esa misma jornada  ojeando el periódico me entero de la representación de teatro promocionada por mi amigo Alberto Monterroso y a la que no puedo acudir por razones obvias. La misma tarde el también amigo Manuel Toribio me trae a casa su reciente libro sobre el historiador cordobés Jaén Morente.

En la lectura de poemas (MORTA E APERTA) me encuentro con amigos inesperados, como Esperanza y José Antonio Álvarez, y también con personas conocidas de oídas y por sus libros, como Fernando Penco. El acto gira en torno al viaje realizado por el autor de fotografías y textos a la ciudad italiana de L’ Aquila, una ciudad cuasi fantasma a causa del terremoto de 2009 en la región italiana de los Abruzos.

José Luis Reyes Criado es una revelación. Un antiguo alumno del que no esperaba su evolución, a pesar de la formación de sus padres, también buenos amigos.  Equivocadamente lo creía más enfocado al mundo del deporte que al del arte. Pero ahora ha demostrado una vis artística increíble. Una sensibilidad y una capacidad que no me podía imaginar. Y es que así debe ser (o es) la vida: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, que dice la canción Pedro Navaja….

Pasé un grato tiempo disfrutando de amigos y arte. Porque el espíritu necesita de estos momentos para desencadenarse del rudo mundo material. El acto me  resultó encantador. Poesía relacionada con fotos (micropoesía en lugar de títulos) acompañada de música de chelo (luego pregunto por su composición y resulta improvisada). Neorrealismo  y barroco –música- esta última, interpretada por una joven prodigiosa llamada Sara Fontán.  Momentos sublimes de textos excelentemente declamados con un  acompañamiento  musical asombrosamente concordante. Un placer; un lujo del que no habrían podido disfrutar las clases populares del siglo XVIII, por ejemplo…

Tras la lectura de José Luis, una violonchelista veterana cuyo nombre ignoro nos deleitó con su espontánea interpretación.

Una noche perfecta en una semana que comenzó en La Fresnedilla y terminó escuchando a mi amigo y colega Alberto Rubio, tocando el órgano de la iglesia de La Compañía el domingo 26 de mayo.



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25.5.13

LA FRESNEDILLA 2013



De la mano del amigo Paco Madrigal el domingo 19 de mayo de 2013 acudo a la clausura del I Encuentro Agroartístico.

La Fresnedilla es una finca en  Obejo propiedad de unos amigos de Paco, que conocí hace dos años cuando visitamos el cercano Pico de la Perdiz.

Me interesan el arte moderno (el arte de nuestro tiempo) y también el campo. Y en este evento podía disfrutar de ambos; de modo que no dudé en aceptar la invitación a esta jornada de puertas abiertas.

Es cierto que esperaba encontrar más obra gráfica producida durante el encuentro, pero solo había dos: un pato de excelente (y curiosa factura) obra  de Miguel Gómez Losada y la otra, un árbol dibujado en una  pared aparentemente sosteniendo un nido de cigüeña auténtico, cuya autoría desconozco. El resto de la obra gráfica parece que se lo llevaron sus autores, o tal vez (pues no me llegué a enterar bien) no existió, sino que más bien el encuentro se habría centrado en debates y performances/acciones. O sea, “arte efímero”.

No obstante mis expectativas, la jornada resultó sumamente positiva: conocí artistas emergentes, propuestas interesantes, hospitalidad a raudales, participación en una “acción” allí democráticamente decidida y de la que logré formar parte a pesar de mi timidez y otros defectos que se acumulan con la edad. Pero la naturalidad logró fusionarse con la solemnidad y, gracias a ello, disfruté de instantes de elevada espiritualidad. En el buen sentido, quiero decir. Porque este mi blog personal trata de eso: de mi subjetividad, de mis vivencias…Sin ánimo de afirmaciones rotundas, polémicas políticas o de cualquier tipo. Es mi espacio de paz, de reflexión sosegada. Y por ello me tengo prohibidas las discusiones políticas; porque además ya existen otros muchos foros para ello.

Como ya he señalado, participé en la actividad elegida. Y confieso que lo hice con mucho miedo y un punto de “retranca” porque conozco este tipo de performances o happenings desde los años 70, cuando era joven y lucía una cabellera abundante y raudales de idealismo (tempus fugit…) Pero me gustó la acción porque me permitió contactar (mentalmente) con antiguos amigos y la misma Madre Tierra. Y no quiero que se me considere un místico, ni mucho menos que hago proselitismo de alguna religión. Cualquiera que me conozca de cerca sabe que soy un racionalista empedernido; siempre buscando una explicación científica a cualquier tipo de fenómeno; personal o social. Simplemente me sentó muy bien la experiencia o “acción” y con eso basta. Decía mi admirado Henry Milller: “el que sube, canta”. Y yo subí; como en otras ocasiones me ha ocurrido estando entre la naturaleza, o al encontrarme con alguna persona que me ha transmitido una energía inesperada y positiva.

La segunda y complementaria “acción” giró en torno a una alberca o piscina circular. No dejó de recordarme al lavatorio de Jesucristo. Y no me pareció mal. El simbolismo del círculo, el poder purificador del agua, el compartirla (por no ser agua corriente), reforzó el sentimiento de “comunión” (común unión) de todos los participantes. (Espero no ser “desollado” por esta expresión por parte de quienes se creen en posesión de la verdad absoluta).

Finalmente fuimos agasajados con el exquisito perol vegetariano facturado por Mari. Y luego unos postres extraordinarios, de los que desconozco la bendita mano que los confeccionó.

Por razones familiares hube de retornar a Córdoba antes de que finalizara esa magnífica jornada de  convivencia y enriquecimiento. Y eso que fue un día con tiempo muy cambiante (sol, calor, nubes, viento frío….) que tanto nos afecta psíquica, anímica y  físicamente.

Pero al final de la estancia agradecí el haber disfrutado de unas horas con gente excelente mientras gozaba del pleno sol y el aire libre.


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8.5.13

PASEOS DE JANE 2013


Puerta del Rincón

El pasado domingo tuve la ocasión de guiar unos de los Paseos de Jane, evento internacional en recuerdo a esta arquitecta y urbanista norteamericana que defendía unas ciudades más humanizadas.

El mío se titulaba “A través de las murallas” y se trataba de recorrer parte de las murallas de la Axerquía en su lado norte, en el barrio que habito. Ver los restos de esas murallas, su historia y algunos enclaves importantes. Aunque también pretendía contrastar la diferencia entre casco histórico y ciudad moderna; barrios antiguos con barrios nuevos, calles estrechas e irregulares con calles anchas y rectas; casas tradicionales con bloques de pisos, sonidos (ruidos) y ambientes muy distintos. Pero este último objetivo creo que no lo conseguí.

Desde el principio me dominó el “miedo escénico”, porque, a pesar de mi profesión, el plantarme delante de un grupo numeroso de adultos me hizo flaquear. Y eso que estuve arropado por muchos y buenos amigos y familiares; entre ellos Paco Madrigal, quien me ha obsequiado con  un excelente reportaje del recorrido, del que yo no pude ocuparme (a pesar de llevar mi cámara plateada) por los nervios. Vinieron gentes de todas las edades, vecinos del barrio y  de otros lugares. A todos agradezco su asistencia y la atención que prestaron a mis explicaciones. Y por supuesto las interesantes preguntas y aportaciones que hicieron. De entre ellas quiero mencionar a tres, sin menoscabo de los restantes asistentes. El primero un señor mayor vecino del barrio que aportó algunos datos y me dijo que este tipo de actividades estaban muy bien. En segundo lugar a Francisco Solano Márquez, buen conocedor de Córdoba sobre la que ha escrito varios libros, además de haber dirigido diarios locales como  La Voz de Córdoba. Y finalmente una niña de 12 años; creo que se llama Ainoa, pues nuevamente los nervios de la despedida, y mi mala memoria, me jugaron una mala pasada. Anduvo todo el paseo junto a mí, escuchando con interés  mis explicaciones y haciendo preguntas  inteligentes e interesantísimas, a las que a veces me costó trabajo contestar. Como, por ejemplo, de qué estilo arquitectónico era la Torre de la Malmuerta o la iglesia de Santa Marina, por sus arcos góticos. En verdad que sería un placer dar clase a un grupo con 10 o 15 chicas/os como ella, que ingresará el año que viene en un IES, según me dijo.

Calle Imágenes

El recorrido se inició en la Puerta del Rincón, e inmediatamente cambiamos el guión del paseo para introducirnos en la calle Imágenes, donde nos recibió GOVAL y una vecina que nos ilustró claramente de su interesante proyecto colaborativo que celebra ya muchas ediciones y que, en el presente año, está dedicado a la TRANSPARENCIA. 

Continuamos por calle Adarve y la etimología del nombre, vemos el resto de muralla restaurada pero se me olvida hablar del Cristo inserto junto a las escalerillas que conducen al Campo de la Merced (hoy Jardines de la plaza de Colón). Volvemos a saltarnos el guión y penetramos en la casa-paso de la calle Chaparro. No es posible atravesarla, pero sus habitantes, que se esfuerzan estos días para presentarla al concurso de los Patios, nos dan todas la facilidades para ver lo visitable. El siguiente hito es la Torre de la Malmuerta, sus leyendas y realidad. Pasamos al lado “moderno” de la ciudad visitando el chimeneón (plaza Flor del olivo) felizmente conservado como homenaje a la primera industrialización de Córdoba. Allí F. Solano Márquez nos aclara que Baldomero Moreno (fabricante de la mayonesa MUSA, entre otros productos agroalimentarios) fue un escribiente-emprededor de los Carbonell, que tenían fábricas contiguas y sobre los que pone de manifiesto el libro sobre esta última familia industrial procedente de Alcoy y cuya residencia o “palacio” afortunadamente se ha conservado, albergando la actual sede de VIMCORSA.


º
Chimeneón

Luego pasamos a la Puerta del Colodro, cuyos acertados paneles informativos, y los propios restos puestos en valor, dejan poco margen para explicar. Vamos hasta la salida de la casa de paso de Chaparro, en la plaza de la Lagunilla, para constatar el valor de estas casas de paso y sepan localizarla. Después seguimos el trazado de la muralla almorávide con los requiebros que presenta en este tramo, posiblemente debidos a la topografía del terreno (Costanillas = cuestas). Plaza del pintor Rafael Botí,  Muro de la Misericordia (con su tipología de casas ya en extinción), Jardín del Piojo, calle Fernando de Lara (restos del antiguo manicomio o “Casa de los Locos”), restos de la muralla hasta llegar a la puerta del Marrubial, donde tuerce en ángulo recto hacia el sur. Fin de trayecto en el que recibo mediante aplauso el reconocimiento de los asistentes (insisto: os agradezco vuestra asistencia y agradecimiento) y en el que también se explica y aplaude el ingente trabajo altruista de los organizadores de este evento en nuestra ciudad: Javier Burón (en representación de Colaborativa) y el colectivo cordobés A PATA.

Esquina avenida Ollerías con Ronda del Marrubial


FOTOGRAFÍAS CORTESÍA DE PACO MADRIGAL: VER MÁS AQUÍ

23.4.13

Vuelven los libros (XL)

Esta semana se desarrolla la 40 Feria del Libro de Córdoba, con un curioso logo que aúna números romanos con volúmenes. Para mí la cosa se inicia un poco antes porque Pepe González Arenas me dedica y regala varios volúmenes en los que ha participado como autor, sobre actividades del sector primario y parques naturales, algo que no solo me viene bien para mi actividad lectiva, sino igualmente para mi formación continua.  Socieconomía de la pesca deportiva y La actividad cinegética en Córdoba, son dos de los títulos de las obras referidas. Todo ello me trae a la memoria a dos (o tres) personas: en primer lugar a mi profesor de Geografía de Andalucía, Antonio López Ontiveros, con el que tuve el privilegio de hacer algunas excursiones didácticas por la provincia en mis años de universitario, y que tanto hincapié hacía sobre la importancia de la actividad cinegética en algunas zonas de la provincia. Punto de vista que entonces no compartía por el aprecio que siento por los animales y la carga ideológica que lleva esta actividad, practicada –por otra parte- por mi padre, aunque como forma de subsistencia para alimentar seis bocas para las que su salario como trabajador de la madera no alcanzaba. La otra persona que me trae a la memoria es mi amigo franco-español (o al revés, que más da!) Marc Ferrán, que vino al  CIFA (o IFAPA) de Córdoba para hacer su tesis doctoral sobre el cultivo del algodón y siempre muestra un grato recuerdo de Pedro Ruiz Avilés, coautor de algunos de los libros que me regala Pepe González Arenas y al que no conozco personalmente, pero del que me basta la excelente opinión que tiene mi amigo Marc, al que  sigo viendo en nuestra cita anual  durante el veraneo en los Pirineos.

El sábado me doy una vuelta inicial por la Feria del Libro y encuentro al amigo Alberto Monterroso firmando libros. No le puedo pedir que me firme ninguno, pues ya los tengo bien dedicados desde su edición y presentación: tanto El Emperador impasible como La Córdoba de Claudio Marcelo. Pero resulta un grato reencuentro y un sincero abrazo.

Rafael Blanco Almenta me firma el interesante libro Jardines Esotéricos que compré la semana anterior durante su presentación en el Jardín Botánico y cuya portada ostenta una estupenda foto de Paco Madrigal. 


En la caseta de la editorial Séneca mi amigo Óscar me obsequia con un ejemplar de la Antología poética de la Asociación Literaria Wallada, que ha elegido como portada una foto del arco de entrada al mihrab de la mezquita de Córdoba de la que soy autor. Además, una de las autoras (Mª Teresa Morales) fue mi profesora cuando yo contaba con 11 o 12 años e iniciaba el bachillerato en la sección delegada el Instituto Séneca, en la calle Claudio Marcelo. Una profesora de las  que dejan positiva huella porque, en aquellos tiempos en que casi no existían las bibliotecas públicas, nos prestaba sus libros (hablo de finales de los años 60, principios de los 70).

Saludo también a Manolo Patiño, que en sus Ediciones Depapel presenta un poemario que me sorprende gratamente; aunque él trata de justificarse por haber incorporado el “libro objeto” a sus producciones. Y es que estamos hablando de una caja de cartón de media docena de huevos con poemas, canela y un recetario con tal ingrediente. Le pregunto a cuanto está la media docena de huevos y me dice el precio, a lo que le contesto jocosamente que en el Eroski me salen más baratos, aunque no se pueden leer. Resulta que la autora está allí y, naturalmente, sale en defensa de su obra, a la que difícilmente me podré resistir a adquirir.


También saludo a Herme, que sigue en la brecha con su librería Títere y las exquisitas obras de literatura infantil que ya no suelo comprar porque hija y sobrinos se han hecho mayores. Aunque si que adquiriré el Aventuras de Pepe en los patios, del amigo José M. Ballesteros.

Son muchos más los libros y personas que me interesan. Pero sobre los que no sé si el tiempo o el dinero darán posibilidad. Por ejemplo, esta tarde Emilio J. Navarro presentaba un libro de la editorial SÉNECA, acto al que lamentablemente no he podido asistir. Y también me gustaría comprar el libro sobre la Cocina de la Biblia, editada por El Almendro. Así como una Historia de España (al-Andalus) de un historiador árabe medieval. O la revista ESTUDIOS de la anarquista Fundación Anselmo Lorenzo (FAL).

Por otra parte no deja de sorprenderme que la presentación de libro Antonio Jaén Morente: el límite imposible del amigo M. Toribio sobre Jaén Morente, no esté encuadrado en la programación de la Feria del Libro; pero sin duda acudiré al acto que tendrá lugar en el Instituto Góngora el jueves 25 a las 20:30 horas….

13.4.13

José Luis Sampedro



Aunque, como opina mi amigo Jerónimo, no me gustan las necrológicas, no puedo dejar de hablar de un personaje que me ha marcado. Tuve conocimiento de José Luis Sampedro a primeros de los años 80 gracias a mi profesor de Geografía Económica, Antonio Sánchez, y también a la librería Arcadia, una librería libertaria fundada por unos amigos y yo que pretendíamos fuese un revulsivo en esta anquilosada ciudad (amén de un sostén económico porque nos hallábamos en paro por la crisis de esos años). Se trataba de una obra muy gráfica y didáctica publicada por la excelente editorial PENTHALON y  titulada El mercado y nosotros.

Luego me interesé y leí artículos suyos en diarios y revistas. Y finalmente pasé a su faceta literaria. Ni mucho menos la he leído entera (me falta, por ejemplo, el valorado Octubre, Octubre…) Y es que son tantas las cosas buenas que me gustaría leer que me faltan vidas o reencarnaciones para hacerlo. Sobre todo ahora que recibimos tanta basura gracias a las nuevas tecnológicas.

Me encantó La vieja sirena; me dejó un tanto pasmado El amante lesbiano y me volvió a encandilar La sonrisa etrusca. La vieja sirena es una novela “histórica” pletórica de vitalismo y magia, algo casi inimaginable en un hombre de la edad del autor cuando la escribió. El amante lesbiano se adentra en un mundo onírico que, según mi humilde opinión, no acaba de cuadrar a pesar de sus sugestivas situaciones e  imágenes, poco aptas para los bolcheviques y machistas que ahora reivindican su figura y obra. En La sonrisa etrusca (lo último que leí de él) volví a recuperar su imagen de gran escritor y humanista.

Creo recordar que en una entrevista o reportaje sobre Sampedro que emitieron o publicaron en algún periódico/ revista (o cadena de televisión), decía que escribía siempre de pie sobre un atril, empezando a primera hora de la mañana. Por lo que veo, tras la noticia de su muerte, últimamente usaba  un sillón, lo cual no cuenta ni mucho menos como demérito; sino que supo aceptar con dignidad los dictados de la edad. Una edad a la que me gustaría llegar con la misma vitalidad e integridad ética que él.

25.3.13

Naranja cadenera (palabras sin papeles)



El pasado sábado 16 de marzo acudo a Palma del Río para participar en una ruta de senderismo entre los “pagos” de aquella localidad. Tuve conocimiento de la actividad a través del amigo Óscar Morales. Y allí coincido con los también amigos Conchi Carnago y P. Muñoz. El recorrido está coordinado por el Grupo de Desarrollo Regional Medio Guadalquivir con la colaboración del Club de Senderismo de Palma del Río.

Esta actividad ha quedado ya suficientemente registrada y documentada en varios lugares y por varias personas: el GDR Medio Gualdalquivir, el Club de Senderismo, Paco Muñoz y yo mismo, como para volver a repetirme.

Cuando llegamos al extremo del recorrido (la parroquia de la Concepción) escuchamos las explicaciones de palmeños experimentados que nos hablan sobre la naranja “cadenera”. Nos enteramos de que se trata de una variedad de la naranja “comuna” y que resulta característica de Palma del Río y localidades adyacentes (Posadas, Fuente Palmera…)

Los árboles son altos, lo que dificulta su recolección, pero muy resistentes a las adversidades climáticas; y una vez recolectados aguantan bien el tiempo y el transporte. Sus frutos son ligeramente achatados, de piel gruesa fácil de pelar, sabor escasamente amargo y muy aptos para el zumo.

Pregunto por su nombre pero nadie sabe contestar. Sí que se tiene constancia de cuando parece la calificación de “cadenera”, pero no el por qué.

Como niño obstinado que fui, y que conocí este nombre en las fruterías antiguas, me lancé a buscar su origen. Con poco éxito pues lo único que encontré, y se puede aproximar algo a su calificativo, es lo que hallé en el diccionario de María Moliner, donde dice que en topografía el “cadenero” es el hombre que maneja la cadena del agrimensor.

Tal vez José Luis Rodríguez Lara, autor del libro Los nombre de lugar de Hornachuelos, nos pueda aclarar algo; cosa que agradeceríamos. O también las aportaciones de otras personas como ocurrió en el caso de otra palabra “sin papeles”: gorronera


Fotografía tomada de: Todocolección.net



27.1.13

Belmonte en Córdoba I: esculturas


Vista parcial de la muestra

Es sábado por la mañana y doy un breve salta con mi hija a la exposición que ocupa la Sala Orive. Se trata de obras, principalmente en bulto redondo, de un escultor cordobés que desconocía: José Manuel Belmonte.

Ya había visto algunas de las obras expuestas gracias a Internet y a la minuciosa entrada en su blog que el amigo Paco Muñoz le dedicó hace unos días. Pero no trato de aburrir a nadie repitiendo lo que mi amigo recogía. Tan solo mi visión subjetiva, fugaz (como ha sido la visita), de lo que me ha parecido la muestra. Y lo que me ha evocado.

Y tú , ¿quién eres?

Interesante el contraste entre estas esculturas hiperrealistas, modernas y en resina, con el edificio que las alberga: barroco en piedra. Y la temática del envejecimiento, tratado con una ternura objetiva que nos lleva a la reflexión (sobre todo a los que tenemos ya cierta edad). Otro aspecto, a veces transversal a este tema, es el de las figuras inestables que me han traído a la memoria la obra del manierista Juan de Bolonia o el contemporáneo Carl Milles, cuya casa-museo tuve la suerte de visitar durante una estancia en Estocolmo.


Carl Milles

El otro gran tema es el del cuerpo humano, la anatomía, donde el autor demuestra una maestría fundamentada en el profundo estudio y conocimiento de los clásicos, como Miguel Ángel.

En cuanto al hiperrealismo, me ha traído a la memoria a Marc Sijan, cuya obra estuvo expuesta en Córdoba en el otoño de 2010 y que visité con mis alumnos de Historia del arte para sorpresa y goce de ellos y mía.


Marc Sijan en Córdoba

Al salir de la exposición nos cruzamos con el autor, pero como Paco Muñoz, soy tímido y no me gusta interferir en la intimidad de las personas. De modo que no le pedí una foto, ni un comentario. Cosa de la que tal vez me arrepienta (más por el comentario que por la foto).

En fin, me queda por ver la “2ª parte” de la muestra, la que se expone en la Galería Carlos Bermúdez  y que parece estar compuesta por bajorrelieves. Os animo a que también hagáis por verla (en directo).