Fui por primera vez a Porcuna en los albores de mi adolescencia de la mano de mi padre, en el curso de una excursión organizada en el bar La Espuela del minúsculo barrio donde vivíamos. El objetivo era ver la inusitada Casa de Piedra que alguien estaba levantando allí. Recuerdo gratamente la experiencia porque siempre me ha encantado viajar y además porque allí experimenté un juvenil flechazo.
Hace dos semanas, muchísimos años después, he tenido la ocasión de volver dentro de las excursiones arqueológicas que informalmente venimos llevando a cabo. Y es que aunque Porcuna es muy popular por la Casa de Piedra, en esta ocasión fuimos allí atraídos por su sobresaliente patrimonio arqueológico. El Ayuntamiento de la localidad facilita gratuitamente visitas guiadas a diversos lugares de interés, y así Nuria, nuestra amable guía, nos acompañó al Parque Arqueológico de Cerrillo Blanco donde nos ilustró detalladamente sobre este interesantísimo yacimiento prehistórico en el que fue hallada, entre otras, la famosa escultura del guerrero. Luego nos mostró el Museo Local (foto), ubicado en la medieval Torre de Boabdil, fascinante edificio mudéjar desde cuyas almenas se disfruta de una maravillosa vista de todo el caserío así como de la campiña jiennense.
Después recorrimos sus pulcras calles hasta llegar a la iglesia de San Benito, cercana al yacimiento ibérico-romano de la antigua Obulco. Continuamos nuestra andadura hasta la amplia plaza de Andalucía, donde se levanta la Casa Consistorial y la iglesia de la Asunción, que alberga cuadros religiosos de nuestro paisano Romero de Torres. Nos sorprendió que, en una localidad que ha tenido ayuntamiento socialista durante muchos años, todavía en el exterior del ábside de esa iglesia figurasen las víctimas del bando vencedor en la Guerra Civil.
Seguimos el paseo hasta el amplio parque, soleado y muy concurrido, en cuyo lateral se levanta la susodicha Casa de Piedra, para luego disfrutar del condumio en un restaurante próximo donde saboreamos violetes, especialidad gastronómica local desconocida para nosotros y que nos gustó.
Porcuna merece la pena ser visitada; mucho es su atractivo, aunque nos pareció una ciudad un poco dormida que no es consciente de su valor. Ojalá despierte. Pronto.
Hace dos semanas, muchísimos años después, he tenido la ocasión de volver dentro de las excursiones arqueológicas que informalmente venimos llevando a cabo. Y es que aunque Porcuna es muy popular por la Casa de Piedra, en esta ocasión fuimos allí atraídos por su sobresaliente patrimonio arqueológico. El Ayuntamiento de la localidad facilita gratuitamente visitas guiadas a diversos lugares de interés, y así Nuria, nuestra amable guía, nos acompañó al Parque Arqueológico de Cerrillo Blanco donde nos ilustró detalladamente sobre este interesantísimo yacimiento prehistórico en el que fue hallada, entre otras, la famosa escultura del guerrero. Luego nos mostró el Museo Local (foto), ubicado en la medieval Torre de Boabdil, fascinante edificio mudéjar desde cuyas almenas se disfruta de una maravillosa vista de todo el caserío así como de la campiña jiennense.
Después recorrimos sus pulcras calles hasta llegar a la iglesia de San Benito, cercana al yacimiento ibérico-romano de la antigua Obulco. Continuamos nuestra andadura hasta la amplia plaza de Andalucía, donde se levanta la Casa Consistorial y la iglesia de la Asunción, que alberga cuadros religiosos de nuestro paisano Romero de Torres. Nos sorprendió que, en una localidad que ha tenido ayuntamiento socialista durante muchos años, todavía en el exterior del ábside de esa iglesia figurasen las víctimas del bando vencedor en la Guerra Civil.
Seguimos el paseo hasta el amplio parque, soleado y muy concurrido, en cuyo lateral se levanta la susodicha Casa de Piedra, para luego disfrutar del condumio en un restaurante próximo donde saboreamos violetes, especialidad gastronómica local desconocida para nosotros y que nos gustó.
Porcuna merece la pena ser visitada; mucho es su atractivo, aunque nos pareció una ciudad un poco dormida que no es consciente de su valor. Ojalá despierte. Pronto.
2 comentarios:
Hola Rafael. Saludos de un Porcunés que conoce tus fotos de flickr desde hace ya tiempo. Me alegro de que te haya gustado mi pueblo. Sobre el patrimonio, ciertamente tiene gran valor, aunque es una lastima que muvhos de los porcuneses no han sabido valorarlo y es mucho lo que se ha perdido para siempre. Entre otras cosas el precioso urbanismo de tradición cordobesa de calles estrechas y casas encaladas. y es que porcuna, aunque sea de jaen, tiene mucho de córdoba en sus costumbres, su urbanismo y su gastronomía. Nuestro plato más típico es el salmorejo, de toda la vida, y en sus pastelerías siempre encontrarás "manoletes". He abierto hace tiempo un blog de cocina en el que, entre otras cosas estoy poniendo platos típicos de mi pueblo, algún día de estos tocará poner la receta de los violetes http://lacocinadesiempre.blogspot.com . saludos de Juan Miguel Bueno.
Hola Juan Miguel! no estoy seguro de si te hablo desde la distancia del tiempo, porque no sé si este tu comentario es de ahora de hace varios años. Recuerdo que estábamos en contacto a través de Flickr. En cualquier caso me alegra ver las concomitancias gastronómicas entre Porcuna y Córdoba: por ejemplo, ignoraba lo del salmorejo o los "Manoletes" (que por otra parte se están perdiendo en Córdoba). Y cuando estuve allí nos fuimos a lo más típico: lo violetes, que nos encantaron. Seguiré tu blog, ahora que tengo más tiempo y hemos reanudado el contacto. Me alegro que Porcuna haya avanzado en la recuperación de su valiosísimo patrimonio arqueológico. Recibe un cordial saludo!
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