26.1.06

Siqueiros

El último número de la revista Descubrir el arte publica un artículo sobre el pintor mexicano Siqueiros, en el que sale bastante mal parado de su participación en la Guerra Civil Española. Que estalinista y asesino sean términos que frecuentemente van de la mano no es nada nuevo; pero que se atribuyan a un supuesto gran artista del pueblo que ha sabido explotar su populismo es otra cosa. Cosa más grave. Si es verdad lo que se afirma en el artículo-investigación, lo reflejado en Tierra y Libertad queda pequeño a su lado (por la crueldad, sobre todo).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos Rafael.
Aprovecho este comentario para agradecer su visita a mi cuanta del Flickr y su generoso comentario.
Con respecto a esta noticia, en cambio, y permítame la sinceridad, creo que peca de sesgado y duro. Cómo decir de manera genérica que "estalinista y asesino sean sinónimos" cuando por ejemplo lo fueron en un momento Picasso, Dalí, Miguel Hernandez, Garcia Lorca... y una inmensa cantidad de artistas e intelectuales movidos por su simpatía hacia lo que se consideraban en ese momento la patria de los proletarios y explotados. Despojarse de las sublimaciones ideológicas cuesta tirones del alma y la verdad se abre paso con esfuerzos infinitos entre creencias y prejuicios. Los Muralistas mexicanos no tuvieron una sola posición política; acaso Orozco sería el más independiente; Rivera se sumaría junto a André Breton al intento de Trosky de hacer una organización internacional de artistas y Siqueiros no dejo de ser crítico, llegando a denunciar aspectos del imperialismo soviético y a tener profundos desacuerdos con el Partido Comunista Mexicano. Y es significativo que no se conozca de ninguno de los muralistas un retrato de Stalin, como si se conoce el que Picasso le hiciera con ocasión de su fallecimiento en 1953.
Sin embargo debemos reconocer que tras la muerte del autócrata y el desvelamiento de las atrocidades de su régimen, casi ningún artista en el mundo, incluyendo a Picasso y Siqueiros, seguiría siendo estalinista.
Siqueiros es un maestro de la plástica contemporánea. Su vida, sus ideales y obra artistica tuvieron una coherencia rara (generalmente el arte es artificio). Casi adolescente participó de la Revolución Mexicana; a la mitad de su vida en la Guerra Civil Española (Segunda Guerra Mundial, en el bando opuesto a Franco y Hitler), regresando a México atentó en 1940 contra Trosky (lo que pagó con cárcel), y al final de su vida, pasó varios años preso por apoyar manifestaciones de los sindicatos mineros de su país, para practicamente salir a morir. Lo inexplicable es como pudo hacer una obra tan inmensa en medio de sus combates políticos y militares, su activismo político, sindical y cultural; las persecuciones, los exilios y las prisiones.
Pretender, como el articulista que usted cita, que Siqueiros sea una especie de mercenario es un absurdo, pues para nadie es un misterio que las guerras se hacen también con recursos económicos (me gustaría saber cuál es el presupuesto de defensa de España en época de paz).
Y tampoco es un descubrimiento que Siqueiros era un hombre de temperamento fuerte y de férreas convicciones y decisiones; él mismo ha narrado escenas pavorosas de guerra en sus escritos y los ha pintado en sus cuadros y murales, y nadie puede esperar, aunque lo deploremos con todas nuestras fuerzas, que la guerra no se haga en punta de dedos y con cantos gregorianos.
Con el ánimo de desmitificar no se debe automáticamente caer en el extremo de denigrar. El mismo Siqueiros siempre luchó porque no se lo aupe en pedestales y por reivindicar la naturaleza popular del artista y porque este actúe en consecuencia. Descubriendo el lado humano de Siqueiros solo se ratificará su trascendencia.
Un abrazo,
Eddie Crespo

Rafael Jiménez dijo...

Saludos, Eddie.
Vaya por delante que la norma fundamental de mi blog es no hablar de política; y otra importante es no polemizar, y menos cuando los comentarios son mucho más extensos que mi breve entrada. Pero en deferencia hacia Vd y su labor como artista obviaré mis propios principios esta vez.

Comienza Vd su alegato con las palabras “creo que peca de sesgado y... ” y me queda la duda de si se refiere a mí o al artículo objeto de la entrada. Si es lo primero me temo que estemos ante un caso de “matar al mensajero” pues me he limitado a llamar la atención sobre una noticia leída en una revista de arte y a comentar con reservas el contenido del artículo (“Si es verdad lo que se afirma en el artículo-investigación…). En el caso de la segunda posibilidad (el artº de la revista), creo que lo mejor sería que escribiese a la misma, pues tienen una sección de Cartas en la que suelen publicar todos los comentarios, precisiones y discrepancias de los lectores con respecto a sus contenidos.

A continuación toma Vd. una frase incompleta escrita por mí (“estalinista y asesino sean sinónimos”), la descontextualiza y hace una afirmación harto discutible: como que Picasso, Dalí, Miguel Hernández y García Lorca fueron estalinistas. Que Picasso y Miguel Hernández estuvieron afiliados al Partido Comunista no hay duda, pero de ahí a afirmar que eran estalinistas va un trecho. En cuanto a Dalí y García Lorca no me consta ni siquiera que estuvieran afiliados al PCE, lo que, junto a su trayectoria, pone de manifiesto que su aseveración puede ser, cuando menos, tendenciosa. Dalí, como Vd. sabe, incluso fue expulsado del grupo en 1934 por el pope del Surrealismo A. Bretón, comunista declarado. Es más, en el caso que nos ocupa (Siqueiros), resulta que fue un asesino, frustrado, pero asesino al fin y al cabo, por intentar matar a Trotski, como finalmente los estalinistas consiguieron mediante el comunista español R. Mercader.

Sigue Vd. mezclando arte y política según conviene a sus argumentos, cuando en mi breve artículo no he discutido la categoría artística de Siqueiros, ni tampoco el que muchos artistas hayan hecho causa común con el pueblo (cosa siempre loable), aunque desde distintas posiciones ideológicas (republicanismo, socialismo, trotskismo, anarquismo, comunismo…)

Dice Vd. que “tras la muerte del autócrata y el desvelamiento de las atrocidades de su régimen” ningún artista (Siqueiros entre ellos) siguió siendo estalinista. El problema es que las atrocidades de Stalin eran ya conocidas desde mucho antes; baste que lea las crónicas del gran escritor George Orwell sobre su estancia en España también como voluntario en la Guerra Civil Española. O su gran obra sobre el estalinismo escrita ¡en 1948!. Y es que en España, el POUM, partido trotskista, fue exterminado por los comunistas-estalinistas españoles durante el mismo conflicto. Y su intento de conseguir el mismo objetivo con la organización obrera española más poderosa: la anarquista CNT, con la que, afortunadamente, no pudieron. Y es que, créame, en España estalinista y asesino son, frecuentemente, sinónimos, y no sin razón como puede ver.

No quiero alargar más esta intervención, pero no puedo dejar comentar una frase suya que me ha llamado la atención: “Siqueiros era un hombre de temperamento fuerte y de férreas convicciones y decisiones”. Si con ella trata de justificar sus excesos, le recordaré que también Hitler y Stalin eran gente de similar temperamento y decisiones. O sea, aterrador.

Por lo demás, y a pesar de estas discrepancias en materia política, no dejaré de admirar sus obras, que fueron objeto de mi escueto comentario en FLickr, y que, además del maestro Gaudí, me recuerdan mucho a Francisco Espinoza, artista peruano que tuve la suerte de conocer durante mi época de trabajo en la localidad sevillana de Constantina y de la cual cualquier día subiré alguna imagen.

Un abrazo,
RAFAEL JIMÉNEZ.-

eddie crespo dijo...

Saludos Rafael.
Tenga la seguridad de que respeto mucho al Mensajero y reconozco haber sido excesivo en mi comentario a su escueta nota, que usted se ha permitido publicar, por lo cual le quedo reconocido, pero aun más por su amplia y analítica respuesta.
Se que mi mensaje estaba contaminado de política, pero no hacerlo, con respecto a Siqueiros, es imposible.
Tenga la seguridad que desde este lado del charco, y dadas sus sugerencias, me interesaré más por esa oscura página de España llamada Guerra Civil. Por lo pronto, aqui son las diez y media de la noche, me ire a dormir con los ecos del Guernica de Picasso y la nana de las cebollas...
Su apreciación sobre la influencia de Gaudí en algunos de mis trabajos es muy justa; ¿quién que trabaje "trencadís" puede negarlo? Pero también son tributarios de la Alhambra y de los mosaicos de jade con los que los Aztecas cubrían sus cráneos amados. Lo del peruano Francisco Espinoza es para mi una novedad cuya información también se la agradezco, Rafael, y estaré pendiente de las imágenes que usted compromete.
Solo me queda expresarle el gusto de haber compartido con usted esta faena al alimón.
Un fuerte abrazo,
Eddie Crespo

Rafael Jiménez dijo...

Estimado amigo, gracias por sus palabras.

Me alegro de haberle conocido y espero que disfrutase de los ecos del Guernica, obra que me encanta no solo por ser un alegato contra la Guerra (todas las guerras), y de la sensibilidad y encanto de la nana de M. Hernández, poeta y hombre al que no puedo dejar de admirar.

Lamento no haber reparado en las influencias en la obras de Vd. que menciona (aztecas y nazaríes) y de las que, estoy seguro, disfrutaré contemplando más detenidamente.

Su interés por Espinoza me espolea a ponerme manos a la obra, de modo que buscaré con celeridad las fotos prometidas para compartirlas cuanto antes.

Reciba un fuerte abrazo,
RAFAEL JIMÉNEZ.-